miércoles, 13 de enero de 2016

Ocupaos en vuestra salvación (Fil 2:12)


Por Miguel Rodriguez

Filipenses 2:12
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, OCUPAOS EN VUESTRA SALVACIÓN CON TEMOR Y TEMBLOR,” (RV60) 

Coincido con la opinión de muchos teólogos sobre este texto en que: 

“Este texto es uno de los más importantes, sino quizás el más importante en como yo puedo entender lo que es la santificación que Dios lleva a cabo en nosotros.”

INTRODUCCIÓN 

Antes de estudiar este texto dentro del contexto siguiendo las leyes de hermenéutica y en su idioma original griego. Quiero que nos hagamos las siguientes preguntas: 

¿Debemos ocuparnos en nuestra salvación para no perderla? ¿Si hoy día me desocupo de mi salvación la pierdo? ¿Y si mañana me vuelvo a ocupar de mi salvación la recupero? ¿Si dentro de una hora me vuelvo a desocupar de mi salvación la pierdo? ¿Y si luego de 3 meses me vuelvo a ocupar de mi salvación la recupero? 

Si esto fuera así, entonces ya que la salvación depende del que yo me ocupe o desocupe en mi salvación, de lo que yo haga o no haga, entonces la salvación depende de mí y no de Dios. Estaría contradiciendo la Biblia, ya que la Biblia dice que la salvación viene de Jehová y no del hombre. 

Si esto fuera así, entonces la salvación sería por obras, y el que haga más buenas obras será más justificado delante de Dios. 

Si esto fuera así, entonces la salvación por gracia que se menciona en la Biblia se convierte en un mito y echa por tierra el sacrificio de Cristo en la cruz para salvación eterna.

¿QUIENES SACAN DEL CONTEXTO ESTE TEXTO? 

Algunas personas muy sinceras creen que deben cuidar su salvación para no perderla, quizás influenciados por algunos falsos maestros que leen este texto sacándolo de contexto, sin analizar el texto y sin estudiar el idioma original en el que fue escrito. 

Lo que los cristianos debemos de entender es que Dios salva por gracia, y este texto no se refiere a que debemos ocuparnos en nuestra salvación para no perderla, ya que así como nosotros no hicimos nada para salvarnos así también no podemos hacer nada para perdernos. Toda la salvación le pertenece enteramente a Dios. La falta de NO entender el concepto de la Salvación por Gracia ha llevado a muchos a vivir una vida de culpabilidad y no de confianza en el sacrificio de Cristo. Es lo que se conoce como Legalismo, porque enseña una salvación por obras. 
CONTEXTO 

Antes de ver el texto en su plenitud y en su original griego, primero es necesario ver el contexto en el que fue escrito. 
Filipenses 1:5 “por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;” 

Se refiere a la comunión que tenía la iglesia de Filipo, esta comunión está basada en el Evangelio. 

¿Y cómo se manifestaba esta comunión en el Evangelio? 

Algunos creen que esta comunión se refiere únicamente desde el momento en que oíste el Evangelio y creíste en Jesucristo hasta ahora, y nada más. Pero el texto indica que va más allá de haber oído y creído, se refiere a una participación activa en la propagación del Evangelio. 

Otras versiones traducen mejor este texto y dicen: 

“por su participación en el evangelio (en anunciar las buenas nuevas) desde el primer día hasta ahora.” NBLH 

“porque han colaborado conmigo en dar a conocer la Buena Noticia acerca de Cristo desde el momento que la escucharon por primera vez hasta ahora.” NTV 

La iglesia de Filipo practicaba lo que hoy conocemos como Evangelismo, los hermanos es esforzaban en proclamar el Evangelio a los perdidos, participaban activamente juntos en la predicación del Evangelio. Colaboraban junto con Pablo en el evangelismo. 

Se refiere a que desde conocieron el Evangelio, también participaron en la expansión del Evangelio, y no solamente de forma personal, sino como iglesia local, como grupo de creyentes. 
Filipenses 1:6 

“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” 

¿Se refiere a la buena obra de la salvación? ¿Sí o No? 

Definitivamente NO, porque la salvación eterna no se puede perfeccionar, la salvación se obtiene una sola vez y para siempre, y no es algo que perfeccione, porque no es que hoy día soy un poco salvo y mañana soy más salvo que ayer. No hay nada de eso en la Biblia. La Biblia declara que somos salvos por la gracia de Dios, y no dice que hoy soy salvo y mañana soy doblemente salvo. Partiendo de ahí podemos decir que la buena obra no se refiere a la salvación recibida por gracia. La buena obra que comenzó se refiere a la etapa que viene como consecuencia de la salvación, que es la santificación. Por la santificación es una consecuencia, evidencia y fruto de que has recibido la salvación. Si es que no estas creciendo en santificación es evidencia de que no eres salvo. 

Entonces, Pablo estaba persuadido, estaba convencido completamente de que después que una persona se convierte a Cristo, después que una persona recibe al Espíritu Santo, el Espíritu de Dios empezara la buena obra de la santificación hasta que Jesucristo venga. 

Y crecer en santificación no significa vivir una vida moralmente buena delante de los hombres, es obedecer los mandamientos de Dios escritos en la Biblia. 
Filipenses 1:11 “llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” 

Los frutos de justicia se refieren a tener una cosecha abundante de buenas obras, a hacer lo bueno, a crecer en el carácter justo que Jesucristo produce en tu vida. 

¿Cuánto del carácter de Cristo tienes? Este fruto se verá reflejado en tu carácter, y en hacer lo bueno ante los ojos de Dios, y en todo lo que hagas sea para la gloria de Dios. 

Filipenses 1:12-26 Pablo narra y explica lo acontecido con el mientras predicaba a Cristo, y les aconseja en cómo se debe vivir en Cristo. 

Filipenses 1:27-30 Pablo relata acerca sus luchas en la predicación del Evangelio. Por eso, al inicio en Filipenses 1:5 menciona la participación activa de la iglesia en la proclamación del Evangelio, lo que hoy día le llamamos Evangelismo. 
Filipenses 2:1 “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia,” 

“Por tanto” Esto quiere decir: En vista de lo acabamos de leer o hablar en el capítulo 1. 

¿Y que acabamos de leer en el capítulo 1? Acerca de que el que empieza la buena obra la perfeccionará, que tengan frutos de justicia, que vivan para Cristo, que prediquen a Cristo. 

Entonces, “si hay alguna consolación en Cristo,” si sentís algún estímulo en vuestra unión con Cristo, Si Cristo les ha dado a ustedes poder para animar y consolar a los demás, ¿Hay algún estímulo (en ustedes) en pertenecer a Cristo? “si algún consuelo de amor,” y si el amor que ustedes tienen los lleva a consolar a otros, ¿Existe algún consuelo en su amor? “si alguna comunión del Espíritu,” algún compañerismo en el Espíritu, y si todos ustedes tienen el mismo Espíritu y son compasivos, ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? “si algún afecto entrañable,” ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? “si alguna misericordia,” 

Filipenses 2:2 Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 

Completad mi gozo, Llenadme de alegría, Sintiendo lo mismo, teniendo un mismo parecer, Teniendo el mismo amor, que se amen unos a otros, Unánimes, unidos en alma y pensamiento, Pónganse de acuerdo en lo que piensan, Sintiendo una misma cosa, dedicados a un mismo propósito.

FILIPENSES 2:3 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;” 

Nada de lo que hagamos debe hacerse por egoísmo o vanidad, sino ser humildes considerando a los demás como mejores que nosotros. 

FILIPENSES 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 

Se refiere a que debían de tener la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo, debían pensar y actuar como Cristo, toda su actitud debía ser conforme a Cristo 

Filipenses 2:6-11 Habla de la Deidad de Jesucristo, y de cómo siendo Dios, tomo forma de siervo, se humillo en la cruz dejándonos como ejemplo, su obediencia y su humildad. Y es la misma actitud que debemos tener durante todo el proceso de nuestra santificación, debemos ser obedientes y humildes. 

Filipenses 2:12 

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,”

Por tanto, Indica una conclusión de todo lo que hemos visto hasta aquí. ¿Qué hemos visto hasta aquí? Hemos visto sobre la comunión en el Evangelio, sobre la obra que Dios comenzó en nosotros la perfeccionara, sobre dar fruto de justicia, sobre el consuelo en Cristo, sobre no hacer nada por egoísmo, sobre la obediencia de Cristo, etc. 

Por tanto, si todo esto es cierto, entonces, las implicaciones prácticas en tu visa son en base a todo lo que hemos visto. Si Cristo te salvo, todo lo que hemos visto hasta aquí debería ser una realidad en tu vida. Esto que estamos leyendo, no solamente está escrito en papel, sino también está escrito en sus corazones. 

ILUSTRACIÓN 

Imagina que un día un hermano llega un domingo a la iglesia y dice: “Hermanos no saben lo que me ha pasado. He tenido un encuentro cara a cara con un camión y me paso por encima ese tráiler de 16 metros.” Sin embargo, tú lo ves igualito, bien peinado, y con la camisa bien planchada. 

Y dices: “No me estarás mintiendo, porque yo te veo igualito, no veo ningún cambio en ti, no veo ninguna evidencia que hayas tenido un encuentro con un tráiler.” 

Dios es más grande que un tráiler. Tú no puedes decir que tuviste un encuentro con Dios o decir que Cristo te salvo si no hay un cambio en tu vida. Porque alguien te mirara de arriba abajo, y te dirá: “Estás igual a como eras antes de ser cristiano, sigues siendo igual de orgulloso, igual de borracho, sigues riéndote de los chistes del mundo, haciendo las cosas que hace el mundo, vistiéndote como el mundo. Pero te dices cristiano. No te creo porque no veo ninguna evidencia que Cristo te haya salvado. ¿Estás seguro que Cristo te salvo? O ¿estás viviendo un falso cristianismo?” 

Hermanos si somos cristianos, el mundo tiene que notar la diferencia en nosotros. 

Amados míos: Esto muestra el amor entrañable que tenía Pablo a la iglesia de Filipenses (descrita en Filipenses 1:8) Pablo usa esta frase a menudo hacia aquellas personas que se convirtieron durante su ministerio. Y no se les dice únicamente de la boca para afuera sino que era una sentimiento sincero y lo demostraba con sus acciones. ¿Amas a tus hermanos de la boca para afuera o lo demuestras con los hechos? 

Como siempre habéis obedecido: No dice que le hayan obedecido a Pablo, sino al mensaje que predico Pablo, su obediencia al Evangelio. Versículos anteriores, del 6 al 11 les habla sobre la obediencia de Cristo al Padre, de cómo el Hijo había “obedecido a Dios hasta la muerte.” (Fil 2:8 BLS) 

No como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia: No obedecían ni servían a Dios para ser visto por los demás, sino que hacían la obra de Dios, sin hacerse vistos, no había auto jactancia en ellos. Su obediencia no era para que Pablo lo vea, sino para Dios. Aquí podemos distinguir dos clases de personas. Primero: Aquellos que sirven a Dios para que todos los demás le vean, y ser reconocido por los demás satisfaciendo su orgullo. Segundo: Aquellos que sirven a Dios de manera silenciosa sin buscar un reconocimiento de los demás. Es fácil obedecer a Dios dentro de las 4 paredes de este local. Pero, ¿Cuántos? No levanten la mano, ¿Cuántos obedecen a Dios fuera de este lugar? Algunos creen que Dios solo está en la iglesia, y fuera de ella no está, por eso fuera de aquí, puedo pecar en secreto. Pero el cristiano verdadero es obediente a Dios en todo momento. Porque sabe que aunque no pueda ver a Dios, sabe que Dios si lo ve en todo tiempo, y como entonces me atrevería a pecar contra mi Dios sabiendo que Dios me observa en todo tiempo.

Ocupaos en vuestra salvación 

Ocupaos en el idioma original es la palabra griega: katergazomai, y significa: "trabajar completamente, producir, llevar a cabo una actividad, hacer, producir mediante esfuerzo.” 

No dice cuidarla, ni mantenerla, ni retenerla. 

No se refiere a la salvación que ya se tiene, sino al proceso de santificación que viene como consecuencia de la salvación. 

No se refiere a ocuparte en la salvación con el peligro de perderla si es que no te ocupas en ellas. 

Los cristianos no trabajan por su salvación, porque recuerden que la salvación no es por obras. 

Los cristianos no se ocupan en su salvación para no perder su salvación, porque la salvación no se pierde. 

Los cristianos nos ocupan en el proceso de santificación, en crecer en la madurez de Cristo, y para ellos tenemos al Espíritu Santo que nos capacita. 

Con temor y temblor, No se refiere a un temor de perder la salvación. No se refiere a temblar de miedo porque en algún momento perderemos la salvación. Se refiere a un temor de reverencia. Y es que los cristianos tememos, pero no tememos perder la salvación, tememos a Dios pero no aterrados, sino en reverencia. 

Otras versiones ayudan a entender un poco mejor este texto: 

“Queridos hermanos, cuando yo estaba con ustedes, siempre me obedecían. Ahora que estoy lejos, deben obedecerme más que nunca. Por eso, con respeto y devoción a Dios, DEDÍQUENSE A ENTENDER LO QUE SIGNIFICA SER SALVADO POR DIOS.” (TLA) 

“Queridos amigos, siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes. Y, ahora que estoy lejos, es aún más importante que lo hagan. ESFUÉRCENSE POR DEMOSTRAR LOS RESULTADOS DE SU SALVACIÓN OBEDECIENDO A DIOS CON PROFUNDA REVERENCIA Y TEMOR.” (NTV) 

Temor en el original griego significa: “fobos” y significa: “respeto, respetuosamente, temer, temor, temor reverente, saludable miedo a desagradarle…” (STRONG + VINE) 

Entonces, la pasividad en la santificación no es algo que caracterice a alguien que ha sido regenerado por el Espíritu Santo. Un ejemplo de cómo debe ser esta actitud o una de las implicancias prácticas de obedecer con temor y temblor lo vemos en Efesios: “Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con respeto y temor, y con integridad de corazón, como a Cristo.” (Efesios 6:5 BAD) Es solo un ejemplo de cómo debemos actuar en temor. Siendo esclavos de Dios, debemos obedecer a Dios en todo con profundo respeto y reverencia, con integridad de corazón, con muchas ganas y deseo de servir a Dios. Porque Cristo es mucho más que un simple patrón o jefe de trabajo. Él es nuestro Salvador, dio la vida por nosotros, resucito por el poder de Dios y lo veremos en el cielo. 

¿Y QUÉ CON LAS OBRAS? La escritura dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9) 

Ninguno cristiano allá en el cielo le dirá a Dios: “Cómo me ocupe de mi salvación yo no perdí mi salvación.” o “Merezco el cielo porque siempre me ocupe en mi salvación.”
Filipenses 2:13 “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” 

“Porque es Dios quien los motiva a hacer el bien, y quien los ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere.” (BLS) 

“Porque es Dios mismo quien hace posible que ustedes deseen hacer lo que a Él le agrada.” (PDT) 

“Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.” (NTV) 

Solo el Dios a través de su Espíritu Santo produce en el hombre regenerado o creyente todo el proceso de santificación progresiva, todo de acuerdo a su voluntad. Entonces, ¿habrá algún motivo para decir que podemos crecer en santificación por nosotros mismos? Definitivamente no, porque Dios es quien nos salvó para hacer buenas obras. La buenas obras son una consecuencia de que ya somos salvos, pero nunca es un requisito para ser salvo ni para mantener la salvación. 

Tomando en cuenta Filipenses 2:13, podemos decir que una de las malas obras son aquellas que el hombre hace para intentar ganar su salvación o intentar mantener su salvación. Mientras que las buenas obras son aquellas que el cristiano hace siendo guiado por el Espíritu Santo. 

ILUSTRACIÓN: 

Imagina que tu no tiene ningún céntimo en tus bolsillos, y no habría manera que puedes conseguir una casa, y alguien te regala una casa y te dice: “Te doy mi casa, y como sé que nunca podrás pagarme el precio que vale, te lo regalo y firmare un acta legar en donde yo no tendré derecho a reclamo.” 

Tú, al día siguiente vas donde el Señor, y le preguntas como pagar la casa. A la cual el Señor te dice: “No puedes hacer nada porque ya está pagada, tuve que enviar a mi Hijo, le costó la vida a mi Hijo para que tengas la casa. Solo una cosa te pido, mantenla limpia y ordenada. Porque cuando vuelva la quiero ver limpia y ordenada.” 

Tu podrás decir: “Pero, yo tengo una enfermedad que me impide hacer esfuerzo físico, y no tengo plata para comprar una escoba, lejía, cera, trapeador, pinesol, detergente, etc.” 

A lo cual el Señor te dice: Yo tengo la medicina que te curara por toda la vida y podrás realizar cualquier actividad física sin cansarte, y también te he dejado en la casa todos los utensilios de limpieza para mantenerla limpia todos los días. Y debes mantenerla limpia hasta que yo vuelva por ti y te lleve a una casa mejor.” 

¿Cuál excusa tu tendrías para no tener la casa en orden y limpia hasta que el Señor venga por ti? Así como el Señor dio la casa gratis y dio las capacidades y utensilios para ocuparse en la casa. Así Dios salva gratuitamente y capacita al cristiano a través del Espíritu Santo para ocuparse en la santificación. 

En la salvación y santificación es así: 

En la salvación: Dios sabiendo que tú no podías hacer nada para pagar tu salvación, Él te la da como un regalo, envió a su Hijo a morir en la cruz, el Hijo dio su vida en la cruz por ti para salvarte a ti, porque tú nunca podrías salvarte por ti mismo. Solo Cristo te podía salvar por gracia, y solo Cristo te puede salvar si es que aún no conoces a Cristo. 

En la santificación: Dios sabiendo que tú por ti mismo no estas capacitado para santificarte, porque eres totalmente incapaz de crecer en santificación si es que no tienes al Espíritu Santo morando en ti, solo el Espíritu de Dios te capacita para mantener tu alma y cuerpo limpio. 

Los incrédulos que no tienen al Espíritu Santo nunca se ocupan en su santificación por no son salvos. Los falsos cristianos nunca crecen en santificación porque no tienen al Espíritu Santo por no son salvos. Solo un verdadero cristiano tiene al Espíritu Santo en su corazón, y lo recibió en su conversión, el día que creyó en Jesucristo para ser salvo. El día que Cristo te salvo ese mismo día te capacito para hacer el bien y guardar los mandamientos de Dios. El mismo Espíritu Santo te capacita para crecer en la santificación. 

Coincido con MacArthur cuando dice al respecto de este texto: 

“El creyente no tiene excusa para no experimentar santificación progresiva, porque nunca se encontrará sin el ejemplo de Cristo, y nunca se encontrará sin el poder del Espíritu de Dios. Debido a que Dios lo provee, entonces el cristiano no tiene excusa.” (John MacArthur) 

Entonces, el ocuparse de la salvación en el sentido del texto se refiere a: 

“Ejercitar vuestra salvación, hacer visible tu salvación, que se vea manifiesta tu salvación, hacer visible tu salvación.” 

Así como Pablo primero dice que debes ocuparte con temor y temblor y luego te dice que es Dios el que pondrá en ti el deseo de ocuparte en tu salvación. Es Dios quien pondrá en ti el deseo de obedecer a Dios. Es Dios quien pondrá en ti el deseo de crecer en santificación. Porque no solo te da la capacidad, sino también pone en ti el deseo de santificarte. Dios nunca te va a pedir algo de lo cual no te haya capacitado. Si Dios no te hubiera salvado no te pediría que te santifiques. Por eso, este texto es un mensaje para la iglesia, es una exhortación para los verdaderos cristianos para que se ocupen en su santificación. Y si no deseas la santidad tanto como el aire que respiras es porque aún no has experimentado la salvación. Y si aún no has experimentado la salvación, tu alma corre un grave peligro. Necesitar invocar a Dios para que salve. Por eso Cristo llama a las personas a que se arrepientan de sus pecados y crean en Jesucristo para ser salvos. Cristo te llama a que te arrepientas y creas si es que no conoces verdaderamente a Jesucristo. Pecador, ven a Cristo, si tu vienes con un corazón arrepentido Él nunca te rechazaré, confía en Él y te salvará. 

¿CÓMO OCUPARME EN MI SALVACIÓN? ¿CÓMO OCUPARME EN CRECER EN EL CARÁCTER DE CRISTO, Y EN MI SANTIFICACIÓN? 

Podría ir a otros textos para explicar cómo ocuparnos en estas cosas. Pero creo que con los que se menciona en la carta a los Filipenses serán suficientes. 

En primer lugar, debemos tomar en cuenta que así como la salvación es por obra de Dios, así también la santificación es por obra de Dios. “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;” (Filipenses 1:6) 

Debemos demostrar amor por nuestros hermanos. “que vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento,” (Filipenses 4:9). 

Orando por todos tus hermanos tal y como lo hizo Pablo para que tus hermanos: “vean la diferencia entre el bien y el mal, y escojan el bien.” (Filipenses 1:10 PDT) “a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva.” (Filipenses 1:10 NTV) 

Estando “unidos en alma y pensamiento.” (Filipenses 2:2) Para cuando vengan las pruebas. Que mejor contar que contar a tus hermanos las pruebas o luchas por las que estás pasando para que puedan orar por ti, en vez que creas que eres autosuficiente, al pensar que no necesitas la oración de tus hermanos por ti. 

No haciendo nada por orgullo. Al contrario, hacerlo TODO con humildad, considerando a los demás como superiores a ti mismo. (Parafraseando Filipenses 2:3) 

No buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. (Filipenses 2:4 LBLA) 

Nuestra actitud debe ser como la de Cristo Jesús BAD, la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo BLS, Debemos pensar y actuar como Cristo Jesús PDT (Filipenses 2:5) Antes de hacer o decir algo, debemos preguntarnos: ¿Cómo actuaría Cristo ante esta situación? ¿Cómo respondería Cristo o que diría Cristo sobre esto? Y la respuesta a cómo debemos actuar o decir está en la Biblia. No hay otro libro que nos hable Cristo. Puedes seguir estudiando toda la carta de Filipenses para saber como ocuparte en tu salvación, no por temor a perderla sino con un temor reverente hacia el Dios que te salvo eternamente. 

Gracia y paz.

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